Miro desde una ventana la fría ciudad de Santiago de Chile, le hago el amor entre lágrimas y los árboles desnudos y los techos en punta me muestran su otoño y callan.Las capitalistas no sabemos hacer el amor.
Todo lo que pueda doler, en principio, está descartado. Al igual que lo están toda práctica de extraño olor o sabor. Pero lo que sucede es que no sabemos entregarnos y nos da miedo perder el control. No sabemos hacer el amor porque no queremos perder la propiedad privada de nuestras pasiones y nos escondemos tras la facha-da postura del amor:
"sin amor el sexo no tiene sentido".Podríamos ser la puta particular, la puta exclusiva a cambio de un tu "Te Amo" mirando a los ojos, de lo contrario atesoramos en el banco de nuestra falta de sentido toda posibilidad de ser y dar. Por eso decimos, ocultando el rostro:
"Tuve sexo, algo casual, pero nada más" salvaguardando así nuestra estúpida dignidad.
Y luego solo dan ganas de llorar cuando nos miramos al espejo y vemos el vacío reflejo de la insatisfacción.
¡A la mierda el amor!